Uno de los productos típicos y que distinguen a México es la sal de gusano o la sal de chinicuil. Es una receta prehispánica, alimento de los emperadores aztecas, con mucho aroma y un sabor único que resalta el sabor de los alimentos. México conserva este legado gastronómico y ancestral de excelente sabor, es una receta tradicional y artesanal.
¿CÓMO SE PREPARA LA SAL DE GUSANO?
Una vez realizada la pisca del glorioso chinicuil se seleccionan los mejores ejemplares, se secan y se muelen con otra selección de chiles y sal común de grano. Se deja secar todo junto durante meses al sol y se vuelve a moler, el resultado es un polvo fino de color amarillento con toques oscuros y rojizos.
Gracias a su sabor concentrado con ella se pueden preparar varios platillos, pues se puede emplear como especia; además, de ser espolvoreada a la fruta picada y por supuesto en coctelería.
¿POR QUÉ EL MEZCAL SE TOMA CON SAL DE GUSANO?
Es muy común que al tomar mezcal, este siempre vaya acompañado de unas rodajas de naranja sazonadas con sal de gusano.
¿Será necesario combinar la bebida sagrada con este polvo? Hoy en día este acto es más que nada una costumbre, que algunos restaurantes y mezcalerías fomentaron para “darle un toque gourmet” al mezcal.
En realidad, alternarla con esta bebida no altera ni mejora el sabor del destilado de agave; lo que sí provoca, es que el sorbo sea más ligero al paladar, por lo es recomendable para aquellos que toman mezcal por primera vez. Aunque debo admitir que conozco algún aficionado del mezcal que es feliz tomándolo acompañado de sal de gusano siempre y no quedó en la iniciación al sabor del mismo.
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